Fernando Toledo
Agencia Reforma

La diva del cine italiano Sophia Loren deslumbró anoche en el desfile del dueto de diseñadores Dolce & Gabbana, titulado «Un Viaje por la Belleza Italiana», celebrado en el Museo Soumaya ante 300 personalidades internacionales.
La actriz, resplandeciente a sus 83 años, y ganadora de más de 50 premios internacionales, incluidos dos Óscares, lució un vestido con flores rosas, diseñado especialmente para ella por los modistos.
Al inicio del evento, Loren desfiló por la alfombra roja, instalada afuera del museo, donde posó para las cámaras, saludó a la gente y envío besos desde las escaleras.
Ya en el interior, se sentó para disfrutar el desfile como invitada de honor, al lado del empresario Carlos Slim y de la Primera Dama, Angélica Rivera.
«Como buenos visitantes y admiradores de la cultura, siempre llevamos un regalo a los países en los cuales presentamos nuestro arte. En esta ocasión, qué mejor que el mayor ícono vivo de Italia. Sophia es la reina, la ‘mamma’, la historia de nuestro país. Es una mujer espléndida, con curvas y con todo el sabor latino que tienen también las mexicanas», afirmó Stefano Gabbana.
«Hablamos con ella por teléfono y le dijimos que veníamos a México y, muy dispuesta, dijo que quería estar presente en este gran evento», agregó Domenico Dolce.
La relación entre Dolce & Gabbana y Loren es larga. La estrella ya había sido homenajeada por la firma, que en 2016 le dedicó su colección de primavera con un desfile en las calles de Nápoles.
Con el objeto de atraer al público joven, en la pasarela de anoche los diseñadores contaron con jóvenes mexicanos que reinan en las redes sociales como Juanpa Zurita, Michelle Salas, Diego Boneta y Juan Pablo Minor.
Ellos desfilaron como profesionales al lado de modelos mexicanas como Mariana Zaragoza y Cristina Piccone, entre otras, que portaron más de cien creaciones, inspiradas en Frida Kahlo, la virgen de Guadalupe y las flores de México, que se encarnaron en espectaculares diseños realizados a mano.
Los atuendos se lucieron en un desfile amenizado con temas de Luis Miguel y música de mariachi en el Museo Soumaya, lugar elegido por los diseñadores por su arquitectura moderna y contemporánea.
Al final de la pasarela se celebró una cena en las instalaciones del recinto.

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