Adalberto Ríos
Agencia Reforma

La frase «todos los caminos llevan a Roma» está relacionada con la existencia de un punto, a partir del cual se calculaban las distancias a las ciudades del imperio; así nació el concepto de Kilómetro Cero.

EL PUNTO DE PARTIDA
Se cuenta que el emperador Cesar Augusto mandó erigir un monumento dorado en el corazón de Roma: el Miliarium Aureum, que se tomó como punto de partida para calcular la distancia a todos los rincones del imperio.
El antecedente fueron las piedras cilíndricas que se colocaban en las calzadas romanas para marcar la distancia de mil pasos -origen de la milla romana-.
Mussolini intentó legitimarse como la continuación de la grandeza del Imperio romano abriendo la llamada Vía de los Foros Imperiales, gigantesca herida en el corazón de la urbe que hoy trata de resarcirse.
Pero, sin duda, uno de los tesoros que el visitante puede encontrar en el Foro Romano es lo que resta del basamento sobre el que se cree que se levantó el significativo Miliarium Aureum.

EL OMBLIGO DE MÉXICO
Desde el Imperio Azteca, el periodo novohispano y hasta nuestros días, lo que conocemos como Zócalo ha sido el centro de México, cuya etimología náhuatl identifica como «en el ombligo de la luna».
Algunos creían que el Kilómetro Cero de México se localizaba en una esquina de la Catedral, donde se encuentra el monumento al cosmógrafo y matemático Enrico Martínez. Sin embargo, el inicio de las carreteras de nuestro país fue localizado por un grupo de especialistas del INEGI, la Conservaduría del Palacio Nacional, el INAH y la SCT a 11.85 metros al oeste de la puerta principal del Palacio Nacional.
Así es que, cuando escuche que Tijuana se encuentra a 2 mil 777 Kms. de la Ciudad de México, Guadalajara a 553 Kms. o Mérida a mil 318 Kms., el cálculo se hizo precisamente a partir de ese punto del Zócalo.

EN LA PUERTA DEL SOL
La plaza conocida como la Puerta del Sol, en Madrid, reúne una serie de elementos distintivos de esta ciudad y de España. Ahí se encuentra la escultura que representa un oso intentando tomar el fruto de un árbol de madroño, símbolo de la capital española; también está un monumento a Venus, la Mariblanca; un monumento a Carlos III y la Presidencia de la Comunidad Autónoma, cuyo reloj anuncia a visitantes y madrileños la llegada de cada nuevo año.
Justo frente a la Presidencia se ha fijado en el piso una placa que señala el origen de las carreteras radiales de este país: el kilómetro 0 a partir del que se deberá contar los kilómetros hacia Andalucía, Extremadura, Cataluña o el País Vasco.

EN EL CENTRO DE LA HABANA
En 1929, los cubanos levantaron un espléndido capitolio, siguiendo las pautas estéticas y de grandeza que marcaron otras ciudades, como Washington DC y Buenos Aires. En su construcción se utilizaron 58 tipos de mármoles, entre cubanos y de otras partes del mundo. Destaca también el uso de maderas preciosas y vitrales.
El capitolio es un edificio neoclásico con una cúpula de 91.73 metros de alto, bajo ese domo se encuentra la estatua La República, de 15 metros y 30 toneladas, y justo en el piso se colocó un diamante de 25 kilates, que se dice perteneció al zar Nicolas II. Dicha piedra preciosa marca el kilómetro 0 de la red de carreteras cubanas.