Cirze Tinajero
Agencia Reforma

La vista queda fascinada con el blanco lienzo que se tiene enfrente, el sonido de los esquís deslizándose invade el entorno y esos copos de nieve que rítmicamente caen se convierten en fieles compañeros de aventura.
Poco importa si se es un experto esquiador o un amateur, en Tremblant el viajero encuentra su momento ideal en alguna de las 96 pistas con las que cuenta este centro de esquí, ubicado aproximadamente a dos horas en auto al noroeste de Montreal.
«Aquí el visitante hallará una o varias rutas con las que pueda sentirse cómodo, ya sea porque el trayecto es largo, corto, porque la pendiente no es muy pronunciada, o porque se cruza un bosque que regala escenarios que parecen sacados de un cuento de hadas», cuenta Andy, instructor de este resort desde hace varios años.
Poseedor de una habilidad envidiable, Andy recomienda a los principantes deslizarse por la pistas Nansen Haut y Nansen Bas; mientras que a aquellos que ya son expertos les sugiere probar la Laurentienne. Ambas sugerencias regalan hermosas vistas de la colorida villa.
Para Andy, los mejores meses para esquiar son marzo y abril, ya que el clima, asegura, no es tan gélido como en enero; los días suelen ser más soleados y, por si fuera poco, el centro de esquí cuenta con más de 100 máquinas que fabrican nieve. El veterano instructor asegura que aquí no hay nada de qué preocuparse. O tal vez sí, que falte tiempo para explorar cada rincón de este mágico sitio.
Para aquellos viajeros que no gustan de esquiar o practicar snowboarding. O bien, prefieran realizar otras actividades, un paseo a bordo de un trineo jalado por perros es lo mejor.
Idealmente, hay que reservar con antelación este recorrido en el Centro de Actividades de la Villa de Tremblant para luego dirigirse hacia el Parque Nacional Mont-Tremblant. El trayecto, en camioneta, dura aproximadamente 35 minutos.
La emoción aumenta al llegar al campamento de Aventures Banquise, dirigido por Kathy Landry, y ver alrededor de 70 huskies perfectamente entrenados.
Kathy invita a los visitantes a su pequeña yurta, para dar una breve explicación sobre la experiencia. En cada recorrido participan de 10 a 12 personas. Sin embargo, aclara que cada trineo tiene capacidad par dos personas: conductor y pasajero, quienes pueden turnarse para experimentar ambas opciones. También está la opción de que alguien de su equipo conduzca el artefacto y, así, el visitante sólo se preocupe por gozar del paisaje.
Durante la plática también se dan las instrucciones acerca de cómo se debe frena, así como la forma idónea para tomar las curvas. Cada trineo es jalado por ocho perros; los más astutos van al frente y los más fuertes hasta atrás, explica Kathy.
Bertrand, esposo de Kathy, guía el paseo desde su propio trineo y recuerda a los participantes que es importante siempre ir en fila.
La ruta se adentra por un blanquísimo bosque. Cuando los senderos son rectos, los perros aceleran el paso, se siente cómo la nieve roza la cara. Si por alguna razón hay que detenerse en el camino, los canes comienzan a ladrar, como si reclamaran el querer seguir corriendo.
Luego de 45 minutos, los viajeros regresan a la yurta. Kathy los recibe con un chocolate caliente.

Un baño de tranquilidad
Tras realizar varias actividades adrenalínicas hay que relajarse. Mont-Tremblant cuenta con varios spas; sin embargo, el más buscado es el Scandinave Spa Mont-Tremblant, ya que ofrece la oportunidad de experimentar los tradicionales baños escandinavos.
En cuanto se pone un pie en el complejo -ubicado a las orillas del Río Diable- se percibe mucha paz.
El viajero no tiene más que registrarse, ponerse su traje de baño, enfundarse la bata que le entregaron y guardar sus cosas en un locker.
La experiencia consiste en pasar por instalaciones calientes (jacuzzis, saunas y baños de vapor con eucalipto), para luego cerrar los poros de la piel en cascadas nórdicas o piscinas de agua fría y culminar con un relajante descanso.

TABLA
Guía práctica
Cómo llegar
Desde la Ciudad de México, Aeroméxico ofrece dos vuelos diarios a Montreal.

Dónde dormir
Le Westin Resort & Spa se encuentra en la Villa de Tremblant. Desde 3 mil 500 pesos por noche para dos personas.

Qué probar
Uno de los platos más típicos de Canadá es el poutine, una combinación de papas, queso y salsa de carne.

Temporada ideal
Entre octubre e inicios de diciembre; así como de marzo a junio, los precios de los hoteles suelen ser más baratos que en otras épocas del año, de acuerdo con Tourism Laurentines.

Toma en cuenta
El centro de esquí Tremblant cierra su temporada invernal el 15 de abril.
El paseo en trineo jalado por perros se ofrece usualmente hasta principios o mediados de abril, dependiendo de las condiciones climáticas.
La entrada a Scandinave Spa Mont-Tremblant es sólo para mayores de 18 años.

Más información
aeromexico.com
starwoodhotels.com
tremblant.ca/
scandinave.com

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