Fidel Orantes
Agencia Reforma

Las mujeres no pueden tenerlo todo… pero los hombres tampoco, asegura Drew Barrymore.
Y no se lo tomen a mal: como madre de dos hijas, las pequeñas Olive y Frankie, la actriz es fiel promotora del empoderamiento femenino y de la lucha por la equidad de género, pero también reconoce que, por lo menos ella, no tiene la capacidad de hacer todo y de todo.
«Hay tanta presión y fantasía social en cuanto al tema del rol de la mujer… pero hablo por mí al decir que nunca he tenido todo al mismo tiempo. Puedes conseguirlo por un determinado periodo, pero es bien difícil malabarear y balancear tantos asuntos.
«A veces tienes que dejar ir ciertas cosas para que otras sean mejores, o puedes creer que dominas todo por no sentirte que eres frágil. Pero no todo se puede al mismo instante; por lo menos mi vida no funciona de esa manera», compartió la actriz en entrevista.
Aun así, en su currículum aparecen los títulos de intérprete, directora, productora, autora, modelo, empresaria y madre.
No obstante, admite que para estar más tiempo con sus hijas y al pendiente de su compañía de belleza, su faceta como actriz se ha reducido básicamente a Santa Clarita Diet, la serie de Netflix en la que interpreta a una mujer que muere… y revive ávida de carne humana.
Esa decisión de limitar su trabajo actoral obedece a que su compromiso como mujer es criar a sus hijas de la mejor manera y darle al mundo dos seres valiosos.
«Soy muy comunicativa con mis niñas, claro que juego con ellas y trato de que se diviertan y todo eso, pero también trato de entender sus emociones y ayudarlas. Como madre, trato de hablar con ellas de una manera real, porque son personas.
«No se trata de aleccionarlas, sino dejar que sean ellas mismas. Por supuesto que les enseño a ser educadas y demás porque eso es importante, pero ser padre es un trabajo de tiempo completo y te mantiene ocupado».
Estrella desde pequeña (¡cómo olvidarla en E.T. El Extraterrestre!), Drew tuvo problemas de abuso de drogas y alcohol siendo menor de edad, y a los 14 años se emancipó.
Pasó dos veces por rehabilitación, hasta que a finales de los 90 y principios del 2000 volvió al estrellato gracias a comedias románticas como Jamás Besada, La Mejor de mis Bodas y Como si Fuera la Primera Vez.
Pero tanto los éxitos como los fracasos la convirtieron en quien es hoy: una mujer que promueve la belleza femenina al natural (a menudo se muestra sin maquillaje en sus redes sociales) y que escribió un libro con muchas de sus inusuales experiencias.
«Siempre me pregunto qué más puedo hacer, pero tal como Sheila (su personaje en Santa Clarita Diet), para bien o para mal, soy completamente yo misma. No pretendo ser alguien más, por eso no me pongo filtros, y tampoco ella. Pero creo que todos estamos tratando de manejar esta vida de la mejor manera que podamos».
Esa filosofía de der genuina y positiva permea todas sus creencias. Por ello, aspira que la lucha femenina que tanta fuerza ha cobrado en los últimos meses no deje amargura.
«Cuando estaba en la Women’s March, ver a tantos hombres y niños fue muy lindo porque tenemos que ser buenos unos con otros. No quiero que exista ningún enojo en las mujeres con todo este empoderamiento que tenemos».
Así es Drew, y aunque no pueda tenerlo, sí cuenta con lo necesario para aceptar que vive el mejor momento de su vida.
«A veces lo mejor que podemos hacer es eso, nuestro mejor esfuerzo. Y, aun así, la mayoría de las madres y personas en el mundo pensarán que no han dado lo suficiente. Creo que al final es poner un pie adelante del otro, ir paso a paso».

ASÍ LO DIJO
«Tengo una compañía de belleza a la que le presto mucha atención, dos niñas hermosas con las que me gusta estar, trabajo muy duro. Pero cuando no estoy grabando, trato de tener una vida real con mis hijas».

«Las emociones son saludables y es bueno hablar con tus hijos porque ellos no siempre se van a ser perfectos o se van a comportar como tú quieres».
Drew Barrymore, actriz