Emmanuel Millanes
Agencia Reforma

Elegir al compañero ideal para viajar y tener una buena actitud resulta tan importante como seleccionar la ropa, zapatos y otros artículos que se echan dentro de una maleta antes de dirigirse al destino.
Y es que no es lo mismo haber viajado con personas de la misma edad a los 12 o 13 años, ya que muchos gustos y la emoción que genera una travesía es compartida, que ya como adulto y escoger a un acompañante con personalidad o expectativas diferentes, dice Eduardo Calixto, jefe del departamento de Neurobiología del Instituto Nacional de Psiquiatría.
Es ahí cuando empacar tolerancia y respeto, pero, sobre todo, una gran disposición es indispensable para hallar un balance, afirma el experto.
«Hay que viajar con la mejor actitud, con el deseo de vivir la experiencia, conocer nuevas cosas y nunca perder la capacidad de sorprendernos», asegura.
Si el viaje es largo y a un lugar exótico, no está de más probar con una salida a un destino corto un fin de semana para conocer un poco a la persona con la que se emprenderá la aventura, recomienda Calixto.
Mariana Domínguez, una asidua viajera mexicana, comenta que si bien es relevante compartir algunos gustos con el acompañante, también es importante considerar a quien complemente la travesía.
«De esta manera tienes a alguien que te impulsa a hacer cosas que no harías normalmente. Alguien que te permita ser tu acelerador o tu freno a la hora de vivir una experiencia», opina.
Incluso, recomienda pensar con anticipación las cosas que uno y otro quieren hacer y encontrar un punto medio en el que ambas resulten satisfechas.
Por eso, además de empacar traje de baño, sandalias y bloqueador para la playa; abrigo, gorro y guantes para ir a esquiar y tenis, chamarra y repelente para acampar en el bosque, es necesario incluir en tu maleta tolerancia, paciencia, respeto y una buena actitud, que podrían hacer la diferencia entre vivir una experiencia extraordinaria o una auténtica pesadilla.

TABLA
Al viajar acompañado
Éstas son algunas recomendaciones que harán del viaje una mejor experiencia.

Evita
– Viajar con personas que atraviesan procesos de depresión, como la pérdida de algún familiar, una separación o un cambio de trabajo.
– Crear expectativas muy altas sobre la travesía, ya que esto puede ocasionar que tú y tu acompañante tenga una mala experiencia.
– Querer extender un viaje más de lo que está programado y entender que todo tiene un inicio, un desarrollo y un final.

Procura
– Tener un plan en el destino que genere motivación y emoción tanto en ti como en tu compañero.
– Involucrar a los menores, en caso de que sea un viaje familiar, y crear dinámicas para que su experiencia sea más amena.
– Estar en constante comunicación con tu acompañante en todo lo relacionado con las actividades que realizarán.

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