Cirze Tinajero
Agencia Reforma

Para enfrentar la pérdida de un familiar, recuperarse de una tragedia o simplemente cuando se necesita sanar el corazón, una buena opción es viajar.
Aquí algunos destinos para aquellos que desean olvidarse de las preocupaciones y cargarse de energía, para luego, poder regresar a la vida cotidiana.

Chacala, Nayarit
Oleaje pacífico
Localizado aproximadamente a 100 kilómetros de Puerto Vallarta, este pequeño poblado se caracteriza por su tranquila playa, ideal para tumbarse en un camastro o una hamaca prácticamente durante todo el día. Aquí abundan sencillos restaurantes en donde se puede degustar un pescado zarandeado y agua de coco.
Para reencontrarse con uno mismo, o bien, aprender a meditar, Chacala cuenta con un centro de yoga, de retiros, bienestar y descanso, llamado Mar de Jade. Construido sobre la ladera de una montaña, con vista a un entorno que conjunta el mar y la arena con la selva.
www.rivieranayarit.com.mx

Arteaga, Coahuila
Serenidad en el bosque
Aquellos viajeros que desean perderse en la inmensidad del bosque y entre valles de manzanos deben conocer Arteaga.
Ubicado a 15 kilómetros de Saltillo, este Pueblo Mágico conquista con sus tranquilas calles empedradas, decenas de cabañas que se ofrecen como hospedaje y tiendas que venden conservas de frutas.
Hay que dar una vuelta por el Templo de San Isidro Labrador de Palomas, donde se venera al santo patrono de los agricultores desde 1790.
www.sedeturcoahuila.gob.mx

San Juan del Río, Querétaro
Tranquilidad queretana
Para olvidarse del estrés, a 170 kilómetros de la Ciudad de México, se halla este destino que destaca por su Centro Histórico con varias edificaciones de la época colonial; algunas conservan su uso residencial, pero otras han sido convertidas en hoteles boutiques y establecimientos comerciales.
En esta ciudad roba las miradas la Parroquia de San Juan Bautista, frente a la Plaza Independencia y por la que nunca faltan antojitos mexicanos.
www.sanjuandelrio.gob.mx

Avándaro, Estado de México
Armonía completa
Rodeado por el bosque, Avándaro es un refugio para descansar plenamente. El pueblito está situado a unos 25 minutos en automóvil del centro de Valle de Bravo y es ideal para una escapada.
Su calle principal tiene unas cuantas galerías de arte y restaurantes. Para hacer ecoturismo nada como un recorrido a la Cascada Velo de Novia.
Una alternativa de alojamiento es el Hotel Avándaro, que tiene acogedoras cabañas con chimenea, una reconfortante piscina y un spa con exquisitos tratamientos.
hotelavandaro.com.mx

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