Analine Cedillo
Agencia Reforma

La posibilidad de llegar hasta sitios recónditos -inaccesibles para los autos, por ejemplo-, gozar de los paisajes naturales o urbanos y trasladarse imprimiendo una huella de carbono mínima, son características del cicloturismo.
Esta forma de viajar recorrer el mundo en bicicleta, lejos de promover la competencia entre los cicloturistas, invita a disfrutar de cada pedaleo a lo largo del recorrido. Para que la travesía sea un éxito, requiere de acondicionamiento físico, conocer rutas seguras, un poco de mecánica y acompañarse de guías expertos.

Para practicarlo…
En México: Mineral de Pozos, Pueblo Mágico de Guanajuato situado aproximadamente a una hora en auto de San Miguel de Allende, presume una de las pistas de bicicleta de montaña más grandes del País, con más de 20 kilómetros.
Allí, la compañía Mision Bike propone rodadas guiadas por la zona, de día o de noche; ellos ponen las bicis. Entre los atractivos a donde también se llega rondando destacan las ex haciendas mineras, entre ellas Santa Brígida, famosa por sus hornos de fundición también llamados chacuacos.
www.visitpozos.mx

En el mundo: Los parques naturales de Italia y algunas de sus poblaciones son ideales para ser descubiertas pedaleando, pues existen rutas bien definidas, ciclovías y compañías de profesionales que brindan servicio a los viajeros.
Otra ventaja son los «bike hotels» en regiones como la Toscana o el Lago Como, con facilidades para ciclistas, entre ellas poder guardar la bici dentro de la habitación; hoteles cuyos dueños son guías ciclistas; renta de cascos o sistemas GPS.
www.italia.it/es