Aguascalientes.- Si alguna vez has querido seguir una dieta, seguro habrás aprendido que no sólo lo que comes importa, sino también lo que tomas, y eso incluye refrescos, yogur, tés y bebidas energéticas.
En México, el consumo de bebidas azucaradas empieza a una edad muy temprana y esto es un riesgo para sufrir padecimientos conocidos, como la obesidad y la diabetes, y otros menos conocidos, pero no menos importantes, como la deshidratación.
La deshidratación no sólo puede ocurrir cuando uno está enfermo y pierde líquidos, sino también cuando no se consume suficiente agua o líquidos. Esto es mucho más peligroso en los niños.
«El consumo en general que tenemos es que 8 de cada 10 niños no están hidratándose correctamente», dice Gabriela Corral, directora de marketing de Nestlé Water.
«Siempre aparecemos en los rankings mundiales en el top tres (de consumo), pero la realidad es que no es así. Se consume mucha agua embotellada en el País, pero no para consumo simple, sino para bañar al bebé, para lavar los vegetales, muchas labores del hogar y no consumo».
De acuerdo con Corral, una persona en México consume alrededor de 35 litros al año, cuando nutricionalmente se sugieren dos litros al día, es decir, alrededor de 730 litros al año.
Hidratación saludable
Hay muchísimas fuentes para hidratarse, pero sin lugar a dudas el agua natural es la mejor.
«Somos 70-80 por ciento de agua el cuerpo humano y desgraciadamente no la almacenamos como otras cosas, entonces hay que estarla reponiendo constantemente», dice Ana Villarreal, nutrióloga y jefa de nutrición de Nestlé.
«Los beneficios son mantener la temperatura corporal, mantenernos estables, transportar nutrientes, etcétera».
La cantidad de agua a tomar depende de la persona y de sus características físicas y ambientales, pero en general, se recomiendan ocho vasos distribuidos a lo largo del día. «Debe ser durante todo el día. Se calcula que un adulto debe beber aproximadamente dos litros y los niños mil 700 mililitros al día», dice la nutrióloga.
«No se trata de que no tomes nada y en la noche te tomes los dos litros, porque tu cuerpo lo resiente, es una sobrecarga que le pones a los riñones.
«Debe ser equilibrado durante el día».
¿Cómo se puede saber que se toma suficiente agua?
La mejor forma de saberlo es vigilando la orina y la sed.
Es importante comprobar que orinamos al menos, cuatro veces desde la mañana a la noche, así como de que el color es amarillo pálido o claro.
«Lo que tenemos que evitar es la sed, es una alerta que nos manda el cuerpo que le falta agua. Uno por ciento de agua que pierde el cuerpo y ya empieza a emitir esta señal, mucha gente empezamos a tomar agua cuando nos da sed y debería ser al revés».
Otros síntomas pudieran ser los labios o boca reseca, disminución o ausencia de orina, ojos hundidos, dolor de cabeza, problemas de atención y concentración.
OJO CON LOS NIÑOS
La razón para elegir bebidas azucaradas no es ningún acertijo, pero sí la peor opción para hidratarse, especialmente para los niños, indica Ana Villarreal, nutrióloga y jefa de nutrición de Nestlé.
«Las bebidas azucaradas se introducen en los niños desde antes del año de edad. Una fuente de hidratación azucarada en un niño menor de un año, donde su cuerpo todavía no se ha terminado de formar, el impacto a futuro es muy grande», dice.
Su consumo condiciona a graves problemas de sobrepeso y obesidad que pueden desencadenar a su vez enfermedades crónicas degenerativas como la diabetes, enfermedades cardiovasculares y algunos tipos de cáncer.
DISTRIBUYE SU CONSUMO
Lo ideal es distribuir 8 vasos durante el día: al despertar, a media mañana, antes de comer, después de comer, a media tarde, antes de cenar, después de cenar y antes de dormir.
– Ten y distribuye garrafones, jarras, botellas o termos rellenos de agua a simple vista en el refrigerador y en la despensa para facilitar la decisión de qué tomar.
– Escoge un punto especial como el de las llaves del auto, para dejar todos los días un termo o botella con agua y tomarlo antes de salir de la casa.
– Agrégale pequeños pedacitos de fruta fresca a los contenedores de agua en el hogar, para un mejor sabor y disfrute.
– Llena tus bandejas para hacer cubitos de hielo con pequeños trozos de fruta picada para beber agua fresca con toques de sabor.
– Deja un termo o botella de agua en el buró de tu cama por las noches para combatir la flojera de la mañana.
– Activa una o varias alarmas en el teléfono celular para obtener un recordatorio de tomar agua.
– Establece un momento de descanso en el trabajo para beber un vaso de agua al día y conviértelo en hábito.
Fernanda Ramón
Agencia Reforma